martes, 6 de enero de 2015

Año Nuevo

¡Hasta cuando tengo tiempo de escribir!

La verdad es que he tenido más tiempo, pero he sido haragán. Trataré de resumir todo lo que ha pasado los dos últimos meses del 2014 en mi aventura con los Estado Unidos.

En noviembre terminé mis clases y mis notas fueron mejor de lo que esperaba. Saqué puras A y estoy en la Dean's List, algo que me había propuesto desde el principio y lo logré. Me sentí tan feliz de ver mi nombre allí, en la página web de la universidad (si tan solo hubieran puesto Guillermo y no Jose, pero bueno...). Luego, para Thanksgiving, la pase muy bien en la casa de una muy buena amiga Heidi. Su familia y acogió y me hizo sentir como en casa, con la gran reunión familiar para comer pavo y un montón de cosas más. Además me llevó a varias partes e hicimos muchas actividades, fuimos a patinar sobre hielo (lo que menos hice fue patinar porque pase cayéndome todo el rato, pero fue divertido), laser tag, Black Friday shopping (no estuvo tan loco como esperaba). También fuimos a un zoológico y a comer a un montón de lugares, hasta a la iglesia me llevaron, jaja.

Luego de esa bonita experiencia con una familia estadounidense, vinieron dos semanas de puro aburrimiento en la universidad. La primera semana tomé una clase para matar el tiempo, pero la anciana que la impartía, a pesar de sus buenas intenciones y su dulzura, ponía a dormir a cualquiera. La siguiente semana, fui varias veces a Chicago con mi grupo de amigos de siempre. Estuvo bien, pero fue allí donde empecé a notar que mi amigo de Japón y su compañero de cuarto son tan unidos que parecen pareja. No pude evitar sentir celos y aún los siento un poco. Es absurdo, lo sé, pero siempre que los veo tan touchy y juntitos los dos quisiera tener a alguien así para mí. ¡Basta, jaja!

El 13 de diciembre por fin llego y me embarqué hacía Nueva York. Estaba tan nervioso de conocer a mi amigo, que en realidad era un extraño para mi porque solo habíamos hablado por Skype y Whatsapp y era la primera vez que lo vería en persona. Al principio creí que me había dejado plantado porque me hizo esperar dos horas en el aeropuerto. Cuando por fin llegamos a su "apartamento" me di cuenta que él vivía en Brentwood, lugar que debería de llamarse ElSalvadortown: ¡delis salvadoreños por todos lados, gente hablando español, todo era salvadoreño!

La primera semana en Brentwood fue aburrimiento total, la pase encerrado todos los días tratando de convencerme a mí mismo de que la comida salvadoreña era buena y que al menos me sentía como en casa, puras pajas, jaja. Mi "amigo" me pareció muy generoso al principio, al menos me sacaba a comer de vez en cuando, pero pudo haber sido un mejor anfitrión. Yo entiendo que todavía tenía clases y estaba en sus dos trabajos, pero cuando tenés a un invitado en la casa, no solo llegas y te hechas a dormir en la cama o te pones a ver videos ridículos en la computadora para reírte vos solo como loco.

Pero llego el domingo 21 de diciembre (oficialmente primer día invierno y día en el que cumplía un mes del fallecimiento de Juan) y fui a la ciudad, la Gran Manzana, por primera vez. Fuimos a Central Park, Times Square, Rockefeller Center y gracias a mi poder de convencimiento pude cumplir uno de mis sueños: ver Los Miserables en Broadway. Fue una experiencia inolvidable, aunque hubiese preferido otra compañía porque mi "amigo" se estaba durmiendo, alegando que é quería ver El Fantasma de la Opera, aunque yo creo que le gustó la obra porque hasta videos estaba tomando, jaja.

Luego llego navidad y la pasé con la familia de mi amigo, todos salvadoreños y unos amigos colombianos. La fiesta tenía ambiente y hasta probé tequila, jaja... Mi amigo cayó después de unos tragos de sangría. Al día siguiente, 26 de diciembre, me encontré con mi amigo de Japón y conocí a sus dos amigas, las dos muy buena onda, amigables y amables (no sé porque toda la gente que he conocido aquí de Japón me cae tan bien).

Pase los mejores días en NYC con ellos, mi "amigo" seguía trabajando, pero los japoneses llegaron a mi rescate contra el aburrimiento, a parte que ya extrañaba a mi amigo. Ese fin de semana visitamos bastantes lugares, el sábado fuimos al American Museum of Natural History, donde filmaron la película "Una Noche en el Museo", luego comimos pizza al estilo de Nueva York y cheesecake, ¡estaba delicioso! Por último, luego de esperar casi 3 horas y después de muchas selfies, llegamos al piso 86 del Empire State Building: una vista nocturna de la ciudad, impresionante.

El domingo, se nos unió mi amigo y no me gustó su actitud para nada, se relacionó muy bien con las muchachas japonesas, pero no dirigió ni una palabra a mí ni a mi amigo, so weird! Aparte de eso, todo estuvo bien, fuimos al World Trade Center, 9/11 Memorial Museum y Wall Street.

El lunes me quedé en casa, descansando de una fin de semana de tanto vagabundear. Sin embargo, el martes continué mis andanzas y junto a mis amigos fuimos a TriBeCa a buscar el departamento de Taylor Swift y ¡lo encontramos! ¡Yeah! Luego, fuimos a Battery Park a ver la Estatua de la Libertad desde lejos y después cruzamos el Puente de Brooklyn, una bonita experiencia. Después del almuerzo, anduvimos caminando por las calles de Brooklyn, algo sketchy, y fuimos a una chocolatería famosa, donde mi amigo compró algo para su compañero de cuarto, sí, el mismo del que estoy celoso, jaja. En la noche me encontré con un amigo de El Salvador (¡grave error!), pero su tía, muy buena onda la señora, me compró unas orejeras y me invitó a cenar.

El día siguiente, era el día esperado, una de mis más grande sueños se hizo realidad, pudo haber sido mejor, pero fue suficiente, ver a Taylor Swift cantar en vivo en Times Square en víspera del año nuevo. ¡Qué experiencia! Llegamos a Times Square aproximadamente a las 10:00 am y estuvimos allí parados 14 horas, bajo el frío, sin comida ni agua, pero todo valió la pena. Antes estábamos exactamente en frente del escenario de Taylor Swift, pero no movimos por culpa de mi "amigo" (sí, ahora entre comillas) salvadoreño, aún así, la pude ver de lejos, en vivo y a todo color, además de las pantallas que la mostraban en primer plano. Canté Welcome to New York a todo pulmón y grabé todos los momentos inolvidables. Fue toda una experiencia, lo disfruté, pero ni loco lo volvería  a hacer, una vez es suficiente.



Regresé a la casa de mi "amigo" tipo 3:00 am y me sentí mal por él porque no pasé fin de año con él y al parecer fue al cine a ver una película el solo. El primer día del año, después de hablar con mi familia por Skype, no hice absolutamente nada, bueno, descansé eso fue todo. Al día siguiente la ciudad me esperaba otra vez, fui a una visita guiada a las oficinas centrales de las Naciones Unidas, Grand Central Terminal y MoMA (Museum of Modern Art), donde me reí de las locuras que ellos llaman arte.

El último día en NY pudo haber sido mucho mejor también porque no me gusto para nada la actitud de mi "amigo". Me ignoró todo el día y sólo hablaba monosilábicamente, sí me calló mal, parecía mujer o un jovencito de 17 años. A pesar de eso, me gustó la visita a la Estatua de La Libertad y Ellis Island en un crucero que de no haber sido por la lluvia y un poco de nieve que cayo, hubiese sido perfecto, jaja.

Después de dejarme en el aeropuerto, mi "amigo" se disculpo por su actitud y sugirió que siguiéramos en contacto, algo que dudo que haré con frecuencia, pero ya veremos... Así termino mi aventura en "La Gran Manzana", y ahorita estoy de regreso en la universidad: nuevas clases, nuevos estudiantes internacionales que conocer, reencontrarme con mis ya amigos, ¡nuevo compañero de cuarto! Ya lo conocí y hubiese deseado no haber escuchado nada sobre él con anticipación porque definitivamente no es como yo esperaba, o al menos como lo habían descrito, bueno, hay que darle un tiempo, apenas llevamos un par de días.

Trataré de escribir más seguido este año, esa es una de mis metas para el 2015, jaja. Algún día me gustaría releer mis entradas en el blog y poder recordar todo lo que hice en este viaje, así que no es mala idea. Por el momento, el trimestre se ve bastante atareado, con nuevos retos y responsabilidades. A ver que nos depara la segunda mitad de esta experiencia. Los dejo con la impresionante vista nocturna de la ciudad de Nueva York.



Gracias por leer.

May the odds be ever in your favor! 

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